POEMA DE MIO CID - ANÓNIMO
Este es el primero, el Adán, el origen de una biblioteca que en mi país es impresionante, El Poema de Rodrigo Ruy Díaz de Vivar, el Cid Campeador. tenía creo que 11 años o tal vez 10, al frente de mi casa, dentro de la verja de hierro que nos protegía, en un cuadrado, donde antes había estado un jardín, sobre un suelo de concreto, había una pila de ladrillos de poco más de un metro de altura y con el ancho para colocar un silla sobre ella. Fue ahí, en una silla que aquí llamamos "haragana", de madera, sobre esos ladrillos, que me senté durante casi un mes todas las tardes para leer.
Recuerdo que veía pasar a mis compañeros y amigos de toda la vida que iban a jugar fútbol, o a pasear, y a veces me les unía, pero la mayoría de oportunidades me quedaba sobre esos ladrillos y seguía con mi lectura. Recuerdo que tomé un libro de una caja que mi tía había llevado, élla era de las pocas en la familia cuya vida universitaria había durado un tiempo más o menos extenso, aunque sin concluir nada claro. Entre los libros "heredados" estaba este Cantar medieval, este poema anónimo sobre caballeros y batallas. El libro llamó mi atención por la buena introducción que tiene esta edición, te compenetra al momento histórico, por aquel entonces me emocionaba pensar en la conquista de los árabes de casi toda España y cómo este pueblo había logrado reconquistar su tierra. En mi tierna pubertad miraba a los árabes como invasores que buscaban destruir nuestra Religión, y a los españoles como el Cid los contemplaba como héroes de la fe y de la libertad. Igual, si no se es inocente e ingenuo a los 10-12 años, cuándo lo seré?
Otra cosa que me llamo la atención, es que esta edición tiene todo el Primer Canto, hasta el numeral 63, en dos versiones, el castellano moderno y el antiguo, con una pronunciación hermosamente difícil. Eso me gusto, lo vi como un reto, aunque al final realmente sólo leí la parte de español moderno, pero igual para iniciar estuvo bien. Luego las historias del Cid, los eventos del libro, su rima, todo me atrapó. Al recordar me parece increíble que me haya tomado tanto tiempo leer este libro, casi un mes, ahora cuando me emociono con alguna lectura casi nunca pasa de la semana. Pero, bueno, eso fue hace mucho tiempo... Que horrible frase!! Lo peor, es que debo acostumbrarme!!
Pero, siguiendo con el libro, el imaginar al Cid tomando Valencia, las Espadas, la Colada y la Tizona, me hacían tener muchas fantasías infantiles y mis juegos se volvían caballerescos. Fue muy emocionante leerlo a esa edad, donde mi razón y mis juicios estéticos no estorbaron la diversión que un libro de esta clase general. Siento que es lo que a veces me falta estos días, apagar el aparato crítico y analítico y disfrutar del libro, de la película, o de lo que sea, sin razonarlo.
En definitiva un muy buen libro, clásico sí, pero muy bien escrito.
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