Vivimos una época distorsionada, una época de miedo, de peligros, de violencia. fomentada en antivalores, en que el mal es mejor y precia mas que el bien. Pero no debemos caer en la fácil salida de echarle la culpa a la actual sociedad, al perreo y reggeton más vulgar que instrumentaliza a la mujer y cosifica al sexo, o a la clase política más corrupta que se recuerde, pues con la ley de acceso a la inforamación, ahora hacen sus "chanchullos" frente a todos sin mayor reparo o verguenza; tampoco terminan de ser la causa las maras o pandillas, pues son más el resultado de un fenómeno que se fue dando paulatinamente en nuestra sociedad. En la segunda mitad de los años 90s, con la guerra ya terminada, más no superada, ojo con ésto, comenzó la pérdida de la inocencia política, la "nueva" clase política, nacida de los Acuerdos de Paz, que se había armado de un discurso de alta moral en los años del Conflicto Civil, cometía los mismos desmanes y las mismas corrupciones ...
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento..."