Domingo por la noche. ¿Qué nos ha dejado la intervención del presidente Bukele? Imágenes de los años 70s, con una Salón Azul, donde sesiona la Asamblea Legislativa, excesivamente militarizada; un presidente guiando y alentando a una multitud, no dialogando si no imponiendo su punto de vista, asegurando que es el único correcto, desacreditando a cualquiera que no lo comparta, sean abogados, funcionarios o ciudadanos con criterio propio; un presidente que llega a la sede del poder legislativo con total autoridad, custodiado por decenas de efectivos de seguridad y periodistas; un gobernante de un Estado laico que dice orar y escuchar a Dios para tomar decisiones de gran trascendencia para la vida política del país; nos deja en definitiva un ultimátum del Ejecutivo al Legislativo, si en una semana no se ha aprobado el préstamo para el plan de seguridad (el cual ahora resulta que sí puede esperar la semana que los diputados ya habían pedido, sin que el país caiga en calamidad o desastre) el presidente señaló que se convocará nuevamente a la gente para que, esa vez sí, ejerzan su derecho a la insurrección popular.
Como uno de los momentos más representativos de la jornada fue el clamor popular durante la arenga del mandatario, de cientos de personas clamando por la aplicación inmediata del artículo 87 de la Constitución, el derecho del pueblo a la insurrección si se ha roto el orden constitucional. En el post anterior ya expusimos los sinrazones de dicho argumento para este artículo en partícular.
Otro momento fue ver al presidente clamar que esa insurrección sería justa pero que, por esta vez, y escuchando a Dios luego de su oración, había que tener "paciencia" por lo que les daba a los diputados la mencionada semana para aprobar ese dinero. Ojo con el detalle de aprobarlo, no discutirlo, no analizarlo, sino una semana para aprobarlo sin más dilación, o sino... el pueblo tomará el poder... Un pueblo liderado por él, y apoyado por el solícito Ejército. En la práctica sería un auto Golpe de Estado.
Ahora, luego de varias demandas por la inconstitucionalidad de las medidas presidenciales, todo ha quedado en manos de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que debe interpretar auténticamente el sentido del artículo 167, numeral 7.
1. La Sala le da la razón a los diputados, que no existen las condiciones para la convocatoria extraordinaria. El presidente aún puede presionar a la Sala ya que hoy mismo declaró que la claridad del artículo es tal que ningún buen abogado podría interpretar algo diferente ya que es algo literal. Hoy quedó claro que quiene están en su contra se convierten en socios de los criminales y terroristas.
2. La Sala le da la razón al presidente, o simplemente no se pronuncia en esta semana. Los acontecimientos continuan, ya el FMLN ha señalado que no votaría por ese dinero, ARENA quizás lo piense pero ante esta muestra de prepotencia pueda que cierre filas y también se niegue. Si llegamos al próximo domingo sin préstamo, se viene el desconocimiento de la Asamblea que estará en desacato, según él, y el "pueblo" podrá tomarse el poder. Ya lo dijo, se puede esperar al 28 de febrero de 2021, las siguientes elecciones legislativas, o actuar ahora "como la mayoría de gente quiere" según pudo verse en los gritos del mitín. Lo que significaría, elecciones anticipadas y desconocimiento del actual órgano legislativo.
Política y religión. Algo de moda en la nueva derecha extrema, desde Trump hasta VOX, pasando por Bolsonaro. Utilizar las creencias para aparentar una misión divina, y que los actos de dichos grupos y caudillos son queridos e inspirados por Dios mismo.
Nuevamente, ahora todo está en manos de la Corte Suprema, el órgano judicial, claro si lo dejan. Bien podría haber otro mitín frente a los juzgados, previniendo que los "socios de mareros y terroristas" se salgan con la suya. El maniqueísmo extremo en política siempre será un arma útil.
Mientras el pueblo salvadoreño ha demostrado, poca formación democrática y que no es capaz de defender la institucionalidad frente al carisma y el caudillismo. Un mal que arrastramos desde el siglo XIX. Una verdadera lástima.
Es de ir viendo las señales, los detalles. Aquí van algunos: ataques y censura a la prensa, intolerancia para quien lo critica, prepotencia y soberbia por parte de todo su gabinete, parientes y compadres en todos los puestos de importancia, gente sin capacidad de gestión, como la ministra de educación, gente como la Choly en puestos claves y bien pagados, bajo presupuesto de educación y salud pero muy alto en publicidad de Capres y defensa nacional, problemas crónicos sin tocarse hasta el momento: pensiones, desempleo, renta de pandillas, falta de oportunidades... y eso sin mencionar que sus asesores son todos gentes de Tony Saca... no sé si nos haga falta pasar 4 años para ver como terminará la cosa.
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