Finalmente terminamos la serie de posts sobre un diplomado recibido meses antes de la canonización de Óscar Romero. El cuarto y último día se desarrolló la figura de Monseñor como un adalid de la marginalidad, como la voz de los que no tienen voz, aquellos que viven al margen de lo que queremos llamar sociedad por conveniencia, porque nos hace sentir mejor, creer que los silenciados, los marginados no existen o, simplemente, no son problema nuestro.
ÓSCAR ROMERO. UNA LECTURA DESDE LA MARGINALIDAD
Doctor Manuel Acosta
La marginalidad es una categoría sociológica basada en el análisis de los grupos sociales discriminados y marginados del centro dominante de una sociedad dada. Grupos, casi siempre, muy numerosos de seres humanos que existen alejados de los lugares donde se toman decisiones que los afectan y que solo padecen las consecuencias de las circunstancias que otros plantean y otros dirigen. Seres humanos que no tienen representación alguna en la formación o ejecución de políticas que podrían beneficiarlos y, por ello mismo, terminan ignorándolos y afectándoles negativamente.
1. LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD
Como sabemos, la sociedad es un producto humano, una externalización de sus esperanzas y miedos. Este producto se ve conformado por instituciones que son históricas, pues nacen, crecen y evolucionan a lo largo del tiempo y de las múltiples forma que puedan tomar las sociedades. Se crea una institucionalización de varios principios y elementos de la sociedad, conformándose relgas y normas para ordenar la toma de decisión de los grupos humanos, pero también para ejecutar mecanismos de control para mantener dicho orden.
De estas instituciones y de sus mecanismos de control surgen dos elementos; el primero, son las situaciones de marginación, de elementos fuera de dichas instituciones, como los sindicatos, las asociaciones por un lado y, por otro más extremo, mendigos, drogadictos, etc; segundo, también surgen grupos de conflicto que buscan colapsar a las instituciones por múltiples razones, siendo la más común, el terminar con injusticias de un sistema que margina a un grupo social muy numeroso.
2. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR MARGINALIDAD?
Esferas enteras de grupos humanos que son sistemáticamente discriminados y marginados de los centros de poder económico y político. Una marginación que puede ver aún en la construcción de las sociedades, en el planeamiento de las colonias y de los centros industriales. Que se resume en que estas personas, seres humanos y sus familias, se encuentran lejos de las manifestaciones culturales que pueden formar el espíritu, lejos de las oportunidades políticas para participar en las tomas de decisiones importantes para su vida, lejos de los empleos mejor remunerados y con verdaderas prestaciones sociales para mejorar su calidad de vida, lejos de los centros de educación con los recursos adecuados para lograr carreras competitivas que les permitan avanzar en la escala social.
3. EL PARADIGMA DE MONSEÑOR ROMERO
El arzobispo Romero siempre tuvo como su paradigma a Jesús de Nazareth, un galileo marginal y marginado. Jesús creció en Nazareth, un pueblo marginado de las esferas de influencia que eran Jerusalén con el templo, Cesarea y la presencia del poder romano o hasta Cafarnaúm con su comercio a orillas de lago de Galilea. Aún su nacimiento se nos muestra no en el casco urbano de Belén, sino en las afueras, lo que ahora llamaríamos caseríos del lugar. También, luego de su nacimiento, los primeros en reconocerlo son los marginados económicos, gente sencilla.
En su corta vida pública la mayor parte de su ministerio se desarrolló a orillas de lago de Galilea, un poco en la Decápolis y la costa Sirio-Fenicia, pueblos y villas marginales. Por esto, Jesús, al igual que Romero, se autoentiende con los expulsados y marginados, su realidad no fue diferente que la de muchos de aquellos a quienes sana y perdona. Aún el grupo de allegados que eligió personalmente es heterogéneo con estilos de vida desarraigados, itinerantes.
El viaje de Jesús y su grupo de Galilea a Jerusalén es una manifestación de dejar la Periferia y adentrarse al poder político-religioso, por ello de las primeras expresiones en contra del nazareno fue una burla por su origen galileo, o sea de una población poco importante. De ahí se entiende aún más su choque con las autoridades imperiales y religiosas que se legitimaban en nombre de Dios, quienes, ante sus denuncias y ataques, terminan acusándole de sedición y le asesinan con el castigo infamante para los marginados.
Pero luego, Dios reivindica al marginado, al Siervo sufriente, resucitándolo, dando inicio al Cristianismo.
4. TESTAMENTO TEOLÓGICO Y POLÍTICO DE MONSEÑOR ROMERO.
La dimensión política de la fe desde la opción por los pobres, fue el título del discurso que dio Monseñor Romero el 2 de febrero de 1980 en la Universidad de Lovaina, y puede ser tratado con justicia como su testamento en temas de política y teología.
Romero, como pastor, era consciente de la marginalidad de su grey, sabía claramente que El Salvador es parte de la Periferia, dependiente en todos los sentidos de un centro político económico externo a sí mismo. Y, sobre todo, fue consciente que El Salvador no es una abstracción idealizada, que se vende siempre para los spots publicitarios o en los discursos de los políticos, sino que esta formado por seres humanos, y una amplia mayoría de ellos son pobres y oprimidos.
Y en esta pobreza y marginación es donde se halla la Encarnación de Jesús marginado. La Iglesia debe seguir a este Jesús en lo marginal, pues vivió, trabajó, luchó y murió "en las afueras".
Monseñor supo, proféticamente pudo verlo, que los pobres son quienes dan verdadero significado a la Polis y, sobre todo, a la Iglesia, Por eso, ésta última debe tener una propuesta marginal al modelo dominante, ya sea éste político o eclesiástico. Pero, ¿cómo debe ser una Iglesia Pobre?, Monseñor lo planteaba así:
a) La Iglesia al servicio del mundo.
b) Vivir la verdadera Encarnación en el mundo de los pobres
c) Anunciar la Buena Nueva a sus destinatarios preferentes, los pobres.
d) Compromiso con la defensa del pobre, defensa ante los poderes fácticos.
e) Asumir lo que significa defender a la gente pobre, con sus consecuencias definitivas y definitorias.
La fe es política, es una realidad innegable.
Otra iglesia es posible. Monseñor Romero parte de Ciudad Barrios, hacia el Seminario menor de San Miguel, luego sigue al Seminario mayor de San José de la Montaña y de ahí a Roma, donde pudo contrastar la verdadera marginalidad de sus orígenes. Al regresar, ya siendo sacerdote, ya consagrado a Jesús, se dirige a los marginados, el pueblo de Anamorós, como párroco, Santiago de María, como obispo, y donde empieza a ver que la marginalidad también genera respuesta, propuestas "afuera" de lo establecido. Finalmente en San Salvador, ya como principal responsable de la Iglesia nacional se entrega completamente a los marginados y se margina con ellos, por eso aún en vida y, con mucha más devoción luego de su muerte, le llamaron Santo, Profeta y Mártir. Y ese clamor popular es el que, al fin, Roma hace eco con su canonización, legitimándolo como un hombre de Iglesia, un hombre del Magisterio, un testigo (mártir) de la fe en Jesús de Nazareth.
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