12 DE OCTUBRE DE 2020
En medio de la pandemia que sigue presente en todo el mundo de una forma u otra, queda tiempo en las redes para atacar la herencia española en esta fecha que antes se celebraba sin mayor pena el llamado descubrimiento de América. Así que vale la pena una pequeña reflexión al respecto.
Este día se recuerda la gesta del navegante genovés, Cristóbal Colón, que viajó con dos carabelas y una nao españolas, con cartas de presentación y permisos de los Reyes Católicosartas de presentación y permisos de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, que llegó a una isla de las Bahamas a la que nombró San Salvador, y aunque el recién nombrado Almirante de la Mar Océana nunca supo que había encontrado tierras pertenecientes a un continente desconocido para la mayoría de los europeos de su época.
Otros pueblos como los vikingos en el siglo XI llegaron a América del Norte, pero sin dejar una huella colonial perdurable o registro histórico conocido ampliamente en el llamado mundo antiguo. Por ende, desde esa perspectiva los viajes de Colón abrieron a la colonización del llamado Nuevo Mundo.
Ahora bien, en el revisionismo moderno de juzgar casi todos los eventos y personajes del pasado con los lentes de nuestra modernidad, se han dado muestras de de condena hacia Colón y en esta fecha se condena aún más. La imagen al comienzo del texto es del Palacio Nacional en el centro de San Salvador, el día de hoy en redes sociales se ven comentarios de derribarla por "genocida, saqueador, invasor, etc." como se está haciendo desde hace meses en otras localidades de América.
Llamar a Colón todo lo anterior es exagerado, él como navegante no condujo un grupo para conquistar una civilización ya establecida, si no colocó las bases para que otros lo hicieran. No masacró a miles o millones de indígenas, más allá de llevar él o sus tripulantes, involuntariamente, gérmenes y enfermedades que afectaron mucho más a los pueblos nativos que cualquier otra arma que llevaran.
Eso me lleva a reflexionar la condena fácil del encuentro entre España y América. En primer lugar, todos los ataques se dan usando la lengua del conquistador, y ninguno de los indignados por la llamada invasión, aprende el lenguaje autóctono de sus antepasados. En segundo lugar, los que condenan el imperialismo español olvidan cómodamente que los aztecas y más aún los incas fueron potencias imperialistas en sus respectivas zonas geográficas y conquistaron y borraron pueblos para formar sus mega-estados, por ejemplo los Tlatoani de la Triple Alianza en Tenochtitlán ejercían una considerable área de influencia económica y comercial entre sus vecinos y tributarios. En tercer lugar, aplicar el término genocida a la colonización española, olvida que el mestizaje se volvió la norma, a diferencia del sistema inglés que sí barrió con su población aborigen, marginándolos en reservas hasta el día de hoy. Las Leyes de Indias promulgadas por los Reyes Católicos y sus descendientes más próximos fue un cuerpo legal bastante robusto para proteger a los indios de muchos abusos. Sí, claro, fallaron y en muchísimos casos se ignoraron, pero eso es algo común en muchas leyes. Los pueblos originarios de Estados Unidos, Canadá o Brasil no tuvieron siquiera esa protección legal mínima.
Ante todo esto es necesario replantearse la condena fácil de la llamada gesta del Descubrimiento y valorar los sucesos históricos desde diferentes puntos de vista.
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