El más universal de todos los salvadoreños, que más queda por decir de un personaje tantas veces citado, mencionado, alabado, atacado, reverenciado. A pesar de esto, aún se descubren facetas cada vez más interesantes del mensaje de Monseñor, y eso demuestra su grandeza como ser Humano, como Sacerdote, como Profeta, el hecho que su palabra tenga actualidad, tenga presencia en este mundo tan diferente al suyo (pero lleno de las mismas carencias y errores que él conoció) En esto 31 años desde su asesinato, la sociedad salvadoreña lo ha vivido casi todo: una guerra civil, un proceso de negociación, la injerencia extranjera, la consolidación de la paz, la democratización de las instituciones y nuestra cultura, el consumismo galopante, la indiferencia juvenil para la política, la lenta degeneración de nuestra partidocracia, la alternancia política, la violencia pandillera, y el embate del narcotrafico. Todos estos sucesos han cambiado a la sociedad salvadoreña y a sus componentes. E...
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento..."